La industria textil es uno de los pilares más importantes de la economía en el siglo XXI, y China siempre ha sido el gran referente en la materia. En Bangladesh, las exportaciones de tejidos representan el 84% de los ingresos y en Hong Kong, el sector está también en constante crecimiento y los números lo demuestran.
Entre enero y julio de 2022, las exportaciones chinas de textiles y prendas de vestir aumentaron un 16,4%, en comparación con el mismo periodo de meses de 2021, reflejando un aumento de 160.900 a 187.400 millones de dólares.
American Capital Financial financió, a través de una línea de crédito de $6.000.000, a una empresa asiática que se dedica a la fabricación de tejidos, prendas de vestir y accesorios, y a la vez, a su comercialización por Estados Unidos. Algunas de las marcas a las que son distribuidos estos productos son Target, Walmart, TJ Maxx, entre otras. La compañía también exporta a varios compradores de Europa y durante los 20 años de experiencia que tiene en el mercado, ha destacado por sus precios competitivos y tiempos de entrega.
Además, China siempre ha sido conocida por priorizar prendas de bajo coste, hecho que provoca que el consumo sea masivo y que la competitividad sea más alta. Sin embargo, eso no ha sido un inconveniente ya que actualmente, siguen en el primer puesto del ranking mundial facturando millones anuales.
En el 2023, los planes para que el sector textil continúe expandiéndose en el país ya comenzaron y del 8 al 10 de marzo se celebrará en el NECC de Shanghái una nueva edición de Intertextile Apparel Fabrics que contará con más de 2,500 expositores de todo el mundo. Este encuentro permitirá a los asistentes conocer las últimas tendencias así como formar una red de contactos.