La liofilización es el proceso de deshidratación utilizado para conservar alimentos y otros productos. Consiste en congelar el material a muy baja temperatura y luego eliminar el agua por sublimación. Es decir, pasar directamente del estado sólido al gaseoso sin pasar por el estado líquido.
Este método preserva los alimentos y otros productos de manera efectiva, manteniendo su estructura y propiedades originales, y prolongando su vida útil. Es comúnmente utilizado en la industria farmacéutica y alimentaria.
En Europa, las frutas y verduras en este estado están siendo muy bien recibidas. Se estima que el tamaño de este mercado alcance 8,24 mil millones de dólares en 2024 y que en 2029 llegue a 11,30 mil millones de dólares.
Uno de los factores que más ha influido en este crecimiento es el cambio en los estilos de vida de los consumidores. Estos optan por productos listos para comer y beber ya que son sinónimo de comodidad y rapidez. Las personas cada vez más tienen una rutina agitada en la que el ahorro de tiempo es su prioridad.
Por ejemplo, los smoothies o batidos son los favoritos de la gente para utilizar frutas y verduras liofilizadas. Los preparan con yogur, leche o bebidas vegetales a bajas temperaturas para preservar el valor nutricional de los ingredientes.Además, están listos para ingerir en 10 minutos y los pueden llevar en camino al trabajo.
Una de las tendencias principales del mercado es empujar a los fabricantes de alimentos a dejar de formular aditivos artificiales en los productos alimenticios. Multinacionales del sector han anunciado ya restringir su uso y eso marca un futuro prometedor para los alimentos liofilizados.
Las fresas, los arándanos, las frambuesas, las moras y los mangos son algunas de las frutas más solicitadas. En la categoría de verduras, los guisantes, el maíz, los champiñones, las berenjenas, las cebollas, y los pimientos encabezan la lista. España y Reino Unido son los países que más consumen este tipo de productos.