Los principales estados aztecas vinculados con el sector automovilístico ha sufrido una sube y baja en el desarrollo del mercado. Se está a la espera de las mejores con la implementación del T-MEC.
Desde principios del 2019, los medios de comunicación mexicanos hacían eco del notable aumento de la industria automotriz en el estado de Querétaro. Este crecimiento respondía a que 300 empresas del ramo se encuentran asentadas ahí entre las que se incluyen unas cuantas extranjeras como Olsa, Nissan y Valeo que decidieron trasladar sus plantas de manufactura hacia allá también.
El estado se convertía en el segundo lugar en exportaciones de autopartes con cifras alentadoras como que el 26% de la producción en la zona era por la fabricación de equipos de transportes enfocados a este sector.
A nivel nacional se preveía una producción anual de 5 millones de automóviles, contribuidos a las firmas instaladas. Sin embargo, a mediados del año pasado el avance de la industria se estaba dando con más cautela ya que la fijación de las tasas de interés y los pronósticos de crecimiento a la baja de la economía nacional en México, eran indicadores para las compañías en las proyecciones presupuestales del 2020.
Las variaciones en el consumo del sector en Estados Unidos, también fue un punto a considerar para saber si se podían o no sustentar los proyectos que se habían planteado para el futuro.
Sin acabarse el 2019, empezaron a aparecer más inconvenientes para el desarrollo del mercado. Ante los acuerdos plasmados en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la industria se había quedado expectante de las implicaciones que contraería la nueva regla de origen para incorporar productos de aluminio y acero. Además la preocupación se extendía a los ajustes laborales que se dispondrían en los centros de producción para los trabajadores mexicanos.
A la par, la Alianza Centro-Bajío Occidente (conformada por los estados de Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco y San Luis Potosí) que se creó con el objetivo de potenciar el liderazgo de la región en el sector automotriz, tomaba fuerza.
Hace unos días, se anunció la ratificación del Tratado por parte de los legisladores estadounidenses y esto se convirtió en algo fundamental para el desarrollo de la alianza. El punto en común del acuerdo serán las reglas de contenido regional para la industria que requerirán más insumos locales en los automóviles.
Recogiendo las declaraciones de importantes funcionarios de los estados nombrados, han coincidido en que a pesar de que el tratado es más estricto y con nuevas reglas, se podrá aprovechar áreas de oportunidad y comenzar a atraer nuevas empresas relacionadas al armado automotriz.
Bibliografía